¿Sabías que aún sin decir una palabra puedes comunicar un mensaje, solamente con tu presencia en el lugar? Pues sí, la imagen personal es una herramienta de comunicación efectiva que nos ayuda a transmitir un mensaje, reflejar nuestro valor, demostrar conocimiento e implantar una autoridad en un área específica.
Cuando hablamos de imagen personal podemos referirnos a apariencia exterior, rasgos y postura física, vestimenta o indumentaria, expresiones, actitudes, aptitudes y conductas sociales. Estos atributos son proyectados por la persona y percibidas por los individuos en su entorno e interpretadas de manera independiente.
Nuestra imagen personal y profesional forma parte del lenguaje no verbal que nos permite comunicar nuestra identidad, atributos, creencias, estilo de vida, autoconocimiento, seguridad, estética y nos ayuda a relacionarnos con los demás. Es por ello, que dentro del proceso de marca personal está relacionada con el autoconocimiento y forma parte del pilar de comunicación asertiva.
La importancia de la imagen personal en la marca personal radica en que nos permite reflejar autoconocimiento, nuestros valores personales y profesionales, demostrar nuestras habilidades, experiencias, especialización y diferenciación, para crear fiabilidad y autoridad.
En el proceso de gestión de la marca personal, es importante aprovechar cada oportunidad para ser memorables, elegibles y preferibles, es por ello, que potenciar tu imagen personal y profesional es una herramienta que puedes gestionar de manera estratégica para la construcción de tu mensaje como marca.
Coherencia de marca personal
Siempre les hablo de la coherencia que debe existir entre lo que pensamos, decimos y sentimos, para que el público pueda entender mejor nuestra propuesta y creer en la solución que proponemos. La coherencia de la marca personal también se manifiesta a través de la imagen personal y profesional, por ejemplo, en el caso de un nutricionista que trate de ofrecer soluciones de vida saludable y pérdida de peso, pero es una persona con sobrepeso. ¿Consideras que los pacientes se sentirían confiados en comprar la solución que les plantea este profesional de la nutrición?
Otro ejemplo, un odontólogo que deja ver la falta de salud dental en su persona, ¿crees que es un buen ejemplo de la solución que ofrecer?
Evidentemente, estos son algunos casos, no se aplica para todos o quizás haya una justificación que forma parte de la historia como marca de este profesional, pero no todos van a tomarse el tiempo de investigar la justificación, si existiese.
Tu imagen tiene que ser coherente con lo que quieres comunicar o al área donde te quieres posicionar. Tampoco se trata de transformarse en alguien que no eres o buscar la perfección de la imagen personal, sabiendo que esta tiene un gran componente de subjetividad emocional.
También debes tener en cuenta que la imagen personal es uno de esos aspectos que cambian o evolucionan con tu maca personal a través del tiempo. Como seres humanos siempre estamos en constante cambio, así que no debes preocuparte demasiado si hay aspectos de tu imagen que quieres mejorar y esto te detiene a la hora de lanzarte a desarrollar tu marca. Acciona ahorita y con el tiempo mejora los aspectos que desees.
En conclusión, tu imagen personal es tu carta de presentación, sin decir una palabra y tan solo con tu presencia. Funciona enviando estímulos al interlocutor, los cuales son percibidos e interpretados de manera subjetiva para la construcción de un mensaje. Además, requiere de autoconocimiento, se puede gestionar y potenciar para enviar un mensaje coherente como marca personal.